Sábado 21 Septiembre del 2013

Cantaba Triana aquella de: Desnuda la mañana y sin sol 
escuece el frío al amanecer, un rayo de esperanza relampaguea en la ciudad.

Seguía diciendo: La gente bulle a mí alrededor, sus gestos me van diciendo algo, el astro rey empieza a brillar y su calor me va azotando.


Como así fue, a partir de la hora del mediodía todavía se hace pesado el estar por la calle al descubierto, pero hasta entonces, a las diez nos empezamos a encontrar en esa plaza del Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta, hasta 18 personas a saber: nuestra viajera incansable, Amalia, su hija Mari Amelia, Felisa García y su hermana Maricarmen, Sr. Ramírez profesor chapistería, Bartolo y Ana su señora, Caler, Estévez Torres, Mariano del Águila, Paco Rivera, Pérez Guevara, Paco Bravo, Antonio Rosal, Rafael Madrid,  Nicolás Lesmes, un nuevo “laboral” Manuel Lora y un servidor, Ortega.
 

Que poder decir al cabo de 120 días sin vernos, no saber nada, besos, abrazos, apretones de manos, gestos agradables en las caras, una vez terminado  éste protocolo nos adentramos en el bar “El Pescaito Frito”, nos fuimos acomodando y les hice el comentario que había recibido por parte de Francisco Nozal y nuestro profesor de Física y Química, Sr. Pantaleón, con los cuales había mantenido una grata conversación y al no poder asistir en persona lo hacían con el corazón, conversación  que les agradecí y quedar para otro próximo cafelito. 


Lo que sucede en éstos pequeños pero grandes eventos, con  anécdotas, como la de Bravo Antibón cuando le presenté a Pablo Lora, se acordaba perfectamente de él y hace la friolera de 56 añitos, a nuestras “señoritas” conocían a una tía suya que también estuvo allí, pues entre comentarios, los clásico ¿te acuerdas?, ¿Qué habrá sido de él?,  fue pasando la mañana, calentita por esos corazones que se sienten hermanados por un mismo vínculo, “La Laboral”.

      Tomado el café y consumida la tostada, recordando, riendo, comentando pues  empezamos a retirarnos, proponiendo otro cafelito más corto en el tiempo, incluso alguna cervecita, que también  una vez pasada el calor, a la hora del mediodía apetece tomando el sol en alguna terraza, así dimos por terminado el pequeño, pero gran evento del Cafelito en Córdoba.
 
      Desde La Sultana, muchas gracias a los que asistieron,  besos y abrazos, cada cual tome lo que más le agrade.

  Ortega
 P.D. En las fotos que aparece Manuel Lora, su nombre es Pablo Lora.

Escrito por Jóse Ortega Sánchez el 24/09/2013 a las 17:01

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