En la escuela primaria tuve algunas maestras artistas; una de ellas tía abuela, que me enseñó a mezclar el color con lápices. El primer óleo lo pinté cuando mi madre quiso comprar un cuadro para el salón. Era horrible, pero a mi madre le encantó. ¡Madre no hay más que una! Tiene 94 años y sigue encantándole todo lo que pinto.  Era un paisaje asturiano, con su hórreo, su carro del país, sus vacas, su vara de hierba y demás topicazos. Con un verde rabiao, tipo armario, que rechinaba la pupila.
    Mi primera exposición fue en 1960, organizado por Ensidesa, en el Poblado de Llaranes (Asturias). La segunda fue en la Uni, en el colegio San Alberto Magno, donde ya teníamos un grupo de pintura. Por aquella época nos admitieron cuadros en la exposición anual de Córdoba.
    Tuve el privilegio de acompañar al gran Benjamín Palencia cuando pintaba en los campos de cultivo, en las afueras de Córdoba. Era de un carácter muy agradable. Benjamín Palencia exponía en una sala de Córdoba próxima a Las Tendillas. Sus cuadros se vendían ya entonces a más de trescientas mil pesetas. Fuimos del grupo de laborales a visitar la exposición. Palencia necesitaba un acompañante para salir a pintar, alguien que le llevase los trastos. Creo que fue el P. Méndez (otro gran artista) quién me consiguió el permiso para ir dos días con el pintor.
    Benjamín Palencia me explicó cómo sacarle aire a un olivo empastado, rayándolo con el mango del pincel o conseguir que el gris de una nube o la claridad del sol se reflejasen sobre un campo de trigo. Un gran artista. Le encantaba conversar sobre arte; era muy didáctico y sobre todo humilde y afectivo.
    Me atraen temas  como el desnudo femenino, el retrato, paisajes, marinas, bodegones... Todo lo que me diga algo.
    En mis tiempos en la Uni pinté la caseta del final de la pista de atletismo, con un solo burro. Muchos años después me pareció que el burro estaba aburrido y le añadí un par de colegas.  ¡Una burrada!
    Me gustan mucho los impresionistas españoles, Goya como precursor y Sorolla contemporáneo. También otras formas de expresión, como Velázquez, Van Gogh, Lucian Freud, Turner, Zuloaga. Algunos abstractos como Viola. Casi siempre que paso por Madrid le dedico un día a la maravilla que es el Museo del Prado. He visitado museos de muchas regiones de España, y también  Ámsterdam, París, Roma, Bélgica...Y en todos encontré obras que me encantaron. Pasé una mañana inenarrable en la Capilla Sixtina, acompañando a mis alumnos del Instituto, en viaje de estudios. Conseguí que se entusiasmasen con Miguel Ángel mucho más que con mis clases de matemáticas. Posiblemente le puse mucho entusiasmo.
    Estoy en el Grupo  Arte Sabugo de Avilés. Actualmente lo formamos 10 pintores. Hemos expuesto en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, en el Centro Asturiano de Madrid y tres veces al año, desde el 2005 en el Palacio de Valdecarzana de Avilés.
    Alguien dijo que la pintura es un oficio de vagos, pero Picasso decía que “la inspiración te encuentre trabajando”. Soy poco constante, me dedico a muchas actividades (ninguna lucrativa). Disfruto mucho con la pintura, pero en ocasiones paso grandes temporadas sin hacer nada. Antes de casarme pintaba más. Luego te casas y ya no pintas nada. Ahora, ya jubilado de mis múltiples actividades laborales, y con más tiempo libre, también pinto poco. Debe ser crónico. Tengo algunos compañeros en el Grupo de Arte Sabugo que pintan y pintan, hasta diez horas diarias. ¡Son unos fenómenos!
    Me inspira todo. Una figura (una mujer bonita mejor), un paisaje, un zapato viejo... En mi sitio de internet tengo una frase que me gusta: “Soy discípulo de mí mismo y de todo lo que veo”.  Es cierto, todo me parece pintable. Pero debería dedicar más tiempo...
    El arte se vende muy poco en general, incluso antes de la crisis. Yo tengo la satisfacción de tener mis cuadros en las casas de mi familia y amigos. El primer cuadro que hice en la Uni, de “La plaza de La Corredera” de Córdoba lo vendí muy bien a un coleccionista. Con otros que he vendido no he quedado satisfecho. He rechazado algunos encargos por no agradarme el comprador. He regalado algún cuadro a personas que no lo aprecian y no lo hice con otros que les hubiese agradado. Soy un desastre con el márquetin y no pienso mejorar. Pinto para mí, aunque me gusta que guste a otros.
    Actualmente hay mucho artista visual, instalador de desperdicios, modernos de pacotilla y otros especímenes del autobombo, en total posesión de las corrientes al uso. Un desastroso mareo. Queda el consuelo de que Van Gogh nunca vendió un cuadro en vida. Ayuda a conformarse. Ya no espero a mi cliente ideal. Será que no lo merezco. ¡Qué pena!
    Ahora lo estoy pasando muy bien pintando "El regreso de la romería". Un paisaje asturiano con personajes clásicos de los años 50: su pareja de la Guardia Civil, una pareja de "mamaos", pareja de gaiteros y otros que regresan de una fiesta, junto a una capillina en la montaña. El fondo es un paisaje de la zona de los vaqueiros. Este tema lo desarrollaron muchos pintores, con mejor o peor acierto. A ver cómo me queda
   Os espero por Asturias para tomar unas sidrinas y charlar de los viejostiempos.
        Un abrazo de Alfonso del Rey

Ver obra en ---VER
El reportaje completo se publicó en la revista PARANINFO de enero-2012 de lacual aún queda algún ejemplar disponible.

Escrito por Alfonso del Rey Méndez el 14/02/2013 a las 10:15

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Comentarios (1)

  • 01-07-2013 a las 15:56 #1

    Alfonso

    del Rey Méndez

    foto de Alfonso del Rey Méndez

    El grupo de Arte Sabugo de Avilés al que pertenezco ha organizado una exposición en el Palacio de Valdecarzana, que se está desarrollando entre los días 28 de junio y 17 de julio (ver cartel).
    En esta ocasión expongo cuatro cuadros en los que mantengo mi temática: fantasías femeninas, romería con gaiteros en las aldeas de Asturias, la pareja de la Guardía Civil, ... y en esta ocasión mi fiel perro Kike.
    Adjunto fotografías de los cuadros citados.
    Un saludo de Alfonso del Rey Méndez.