Ninguna de las invenciones humanas ha tenido quizá tanta trascendencia como la escritura, es decir, la permanencia de un mensaje para ser descifrado y comprendido por todos quienes a él acceden en futuros, próximos o remotos. A través del lenguaje escrito se han transmitido ideas, sentimientos, hechos, todo el conjunto de las experiencias personales y colectivas que conforman el saber humano.

Con la escritura nació la ciencia, la historia, la poesía, la narrativa, el teatro. Con la escritura nació también el afán de los hombres por perpetuar ideas y sentimientos. La evolución de la escritura es también la evolución de las herramientas que la han hecho posible.

La mano que hoy sostiene la pluma o pulsa las teclas del ordenador está reinterpretando toda la historia de la escritura, desde el punzón sobre la tablilla de barro o sobre el papiro hasta el pincel sobre el papel de arroz, la pluma de ave sobre el pergamino o el linotipista ordenando los caracteres en la imprenta.

Esta apasionante historia, que abarca milenios, ha dejado sus huellas imborrables en piedras y ladrillos.

Pluma y papel. Nada más y nada menos. Una mano que se desliza sobre una superficie blanca, la tinta que fluye suavemente.

Este sencillo gesto que hoy nos parece trivial tiene tras sí una larga historia. Larga si pensamos en todo el tiempo en que la pluma de oca, el cálamo se mantuvo como el único instrumento fiable de escritura, dando origen a algunas de las obras más hermosas de la literatura, desde los sonetos de Dante o Boccaccio hasta el teatro de Shakespeare o Lope de Vega, los manuscritos de Rafael o el inmortal Don Quijote de la Mancha.

La pluma fuerte o estilográfica surgió como necesidad de superar las dos más importantes dificultades que planteaba la pluma de ave, a saber, la necesidad de mojar continuamente la tinta en el tintero y la de cambiar con frecuencia la pluma o tener un eficaz sistema de afilado.

La verdadera historia de la pluma estilográfica empieza en 1884, cuando L. E. WATERMAN patenta un modelo que reúne lo que a partir de ese momento se considerarán requisitos imprescindibles de una pluma estilográfica.

SEGUIREMOS………….




   José Llorente López

Escrito por José Llorente Lopéz el 16/03/2013 a las 08:28

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Comentarios (1)

  • 17-03-2013 a las 20:45 #1

    José

    Llorente Lopéz

    foto de José Llorente Lopéz

    En la revista PARANINFO de agosto-2012 aparece un reportaje sobre mi colección de plumas estilográficas. Se puede ver en
    ---> ENTREVISTA

    Un saludo de José Llorente López