«El reloj de la Puerta del Sol no es un símbolo de Madrid, es el símbolo»
150 aniversario
A las doce del mediodía del sábado 19 de Noviembre del 2016, las campanas repicaron de manera extraordinaria ante cientos de personas que celebraron con uvas y champán su 150 aniversario.
Varias personas festejan el aniversario del reloj en la Puerta del Sol
Como la noche de Fin de Año y con la misma precisión que marcan sus manecillas, las campanas de la Real Casa de Correos repicaron a las doce del mediodía del 19 de Noviembre del 2016 ante el jolgorio de cientos de personas que se acercaron a la Puerta del Sol para celebrar el 150 aniversario del reloj más ilustre de Madrid. «¡Una, dos, tres... diez, once doce!», gritaron los asistentes para, acto seguido, entonar un emotivo «Cumpleaños Feliz». Ataviados con gorros de Papa Noel o pelucas de colores y provistos de uvas y botellas de champán, niños y mayores fueron testigos de una mañana muy especial.
«Llevamos un buen rato esperando este momento», exclamaba Manoli, recién llegada de Andalucía. Una fila más atrás, Pepe, que asistió acompañado de su nieta Carmen, bendecía la emoción del ambiente, «todos los días no se cumplen 150 años». Con el gesto radiante, Carolina y Siri, naturales de Valencia y Suiza, respectivamente, apuntaban que «al no haber vivido nunca» una Nochevieja en Sol, «decidimos que sería nuestra primera vez».
Aunque a sus casi 80 años dice «estar mayor para las próximas uvas», Rosa tampoco quiso perderse un cumpleaños cargado de recuerdos: «Cuando era joven, veníamos toda la familia con las guitarras y lo pasábamos fenomenal». Cualquiera de los presente fue parte de un festejo que pilló desprevenidos a numerosos turistas. «Nos hemos enterado al ver tanto ruido», confesaba un grupo de italianos. Todos coincidieron en señalar al reloj como «un símbolo de Madrid» y algunos, incluso, fueron más allá: «No es un símbolo, es el símbolo».
La fiesta en la calle era parte del abanico de actividades abiertas al público que preparó la Comunidad de Madrid. A primera hora, la directora general de Patrimonio Cultural, Paloma Sobrini, presentó a uno de los relojeros encargados del mantenimiento del reloj, Jesús López, quien desgranó todos los secretos de su maquinaria. «Cerca del 95% del reloj original que el maestro, José Rodríguez Losada, donó gratuitamente al Ayuntamiento siglo y medio atrás, forma parte de la maquinaria actual», reconocía a ABC.
Además de varias representaciones teatrales organizadas en el interior de la sede del Gobierno regional y la emisión de un vídeo de felicitación por parte de diferentes rostros famosos vinculados a la retransmisión de las campanadas, cinco jóvenes vivieron una experiencia difícil de olvidar.
Tras ganar un sorteo para usuarios del Abono Joven, Natalia, Elena, Pablo, Cristina y Sherezade tuvieron ocasión de subir a la torre por su angosta escalera. «Habíamos visto algún reloj así en el cine, pero en la vida real, sorprende todavía más», esgrimían, aún con la emoción en el cuerpo.
Cuatro de los jóvenes, junto al relojero en lo alto de la torre
Uvas anticipadas y celebran los 150 años del reloj de la Puerta del Sol
El reloj de la Puerta del Sol de Madrid, es famoso en toda España por ser el que tradicionalmente da las campanadas de Nochevieja.
El sábado 29 de Noviembre del 2016, a las 12 del mediodía, se tomaron las uvas bajo el reloj de la Puerta del Sol, y al ritmo de sus tradicionales campanadas. Aunque quedase casi un mes y medio para la Nochevieja, la Comunidad de Madrid celebró un adelanto de esta celebración dentro del extenso programa de actos preparado para celebrar el 150 aniversario del famoso reloj de la Puerta del Sol.
Además, se vio un vídeo de 360º para que cualquier madrileño pueda «visitar» virtualmente la torre del reloj y contemplar su maquinaria y sus vistas. Algunos incluso lo visitaron en persona: la condición, que fueran jóvenes usuarios del abono transporte y que ganasen el concurso convocado a tal efecto.
Famosos en el «cumpleaños»
Para acompañar la celebración, participaron en la misma presentadores que han trabajado frente a él en pasados 31 de diciembre, como Ramón García, José María Íñigo o Cristina Pedroche. El aniversario coincidió el sábado 19 de noviembre.
En varios pases, a las 11.00, 12.00 y 13.00 horas del sábado, los madrileños pudieron disfrutar de teatro con Rafa Maza, a través de una creación que permitía viajar en el tiempo para conocer la historia de fabricación del reloj y el inicio de la tradición de celebrar la llegada del nuevo año comiendo uvas al son de sus campanadas. El aforo es limitado, y la entrada fue libre por orden de llegada.
Interior del reloj de Sol
Antes, a las diez de la mañana, uno de los relojeros de Relojería Losada, Jesús López, pronunció una conferencia sobre la historia, maquinaria y el mantenimiento de este singular aparato. La directora general de Patrimonio Cultural, Paloma Sobrini, hizo una introducción en la que glosó algunas de las curiosidades del reloj y del propio edificio de la Puerta del Sol.
El reloj de Sol, obra de José Rodríguez Losada, fue una donación de este relojero leonés afincando en Londres para sustituir al anterior, en funcionamiento desde el siglo XVIII, tras el derribo de la iglesia del Buen Suceso de Madrid -situada en la misma plaza- y que tenía mala fama entre los madrileños por sus continuos desajustes.
Tres años fueron necesarios para la puesta en funcionamiento de este reloj, con una maquinaria totalmente artesana. Fue inaugurado por la Reina Isabel II el 19 de noviembre de 1866, con motivo de su cumpleaños, y la campana lleva su dedicatoria.
Diez curiosidades y anécdotas del reloj de la Puerta del Sol
Obra de un conspirador de Fernando VII, regalado a Madrid en tiempos de Isabel II y eterno guardián del Año Nuevo. El dueño de las campanadas esconde 150 años de historia
Obra de un «conspirador»
El leonés exiliado en Londres José Rodríguez Losada donó a la Villa de Madrid la máquina que se inauguró en 1866. Nacido un 8 de mayo de 1797 en el pueblo leonés de Iruela, según documenta Luis Alonso Luengo, se cree que fue pastor antes de aparecer en Madrid en 1828 como oficial del Ejército. Su verdadero nombre era José Rodríguez Conejero, pero adoptaría el de Losada siguiendo la costumbre de emplear el nombre del lugar de nacimiento –Iruela pertenecía a la jurisdicción deLosada–. Los historiadores coinciden en que su participación en una conspiración liberal en 1823 contra el absolutismo de Fernando VII le obligó a exiliarse a Londres.
Losada contrajo allí matrimonio con la viuda de su anterior jefe y estableció su relojería en la calle Regent Street. Hasta 1856 Losada no regresó a España tras su huida.
«Regalo» de cumpleaños de Isabel II
El Reloj de la Puerta del Sol –antiguamente conocido como el Reloj de Gobernación– tardó más de cuatro años en construirse. Donado en 1866, fue colocado en un primitivo templete –más austero que el actual– sobre la Real Casa de Correos de Sol. Su inauguración se hizo coincidir con el cumpleaños de la reina Isabel II.
Puso fin a la imprecisión horaria
Antiguo reloj de Sol en 1864
Hasta la inauguración del reloj de la Real Casa de Correos, los madrileños sufrían diariamente la imprecisión del viejo reloj de la fachada de la desaparecida iglesia del Buen Suceso. Ese reloj tenía una sola manecilla y su precaria maquinaria era objeto de numerosas parones. Tras el derribo de la iglesia en 1854, fue colocado un reloj –no se sabe si ese u otro nuevo– en la parte superior de la Casa de Correos, pero las paradas y retrasos continuaron hasta la inauguración del actual reloj.
El viejo reloj de la sede del Ministerio de Gobernación no andaba («Ese reló es el espejo / del gobierno que hay debajo» decía la copla anónima).
Herido durante la Guerra Civil
Puerta del Sol en 1939
La época más convulsa para el reloj de la Puerta del Sol fue la Guerra Civil. En otoño de 1936 a causa de la explosión de una bomba en la calle Mayor saltaron al vacío las cuatro esferas del reloj. Solo se repuso la que da a la plaza de Sol y, el resto, permanecieron tapiadas hasta que acabó la contienda, pintando sobre los ladrillos los números romanos. Un tiempo después un proyectil de artillería cruzó de lado a lado el cuarto de la maquinaria sin ocasionar grandes daños y una granada de mano rompió una de las esquinas de la torre.
Pío Gabín y sus otros guardianes
Pío Gabín
El relojero que más años ha dedicado a cuidar de esta máquina del tiempo madrileña fue Pío Gabín. Se dedicó en cuerpo y alma a él desde 1902 hasta los años 70, tal y como consta en la hemeroteca de ABC. Antes que él cuidó del reloj su tío José Anduaga, Ernesto Anduaga y un relojero alemán apellidado Hoeffer. Desde 1996, su guardián es Jesús,López.
Señales horarias para toda España
Antiguos estudios de RNE
Tras la guerra, las señales horarias de Radio Nacional de España fueron las emitidas por el reloj de la Puerta del Sol. Sus campanadas se convirtieron en la referencia para anunciar los diarios hablados.
A punto de ser vendido en 1952
Un operario junto a la bola del reloj de Sol en 1952
En el año 1952 el embajador de Venezuela mediante propuesta del Ayuntamiento de Caracas hizo una oferta al de Madrid para comprar el reloj, pero finalmente no se llegó a un acuerdo.
1962, las primeras campanadas en TVE
Campanadas 1991 presentadas por Martes y Trece
La Nochevieja de 1962 pasó a la historia por ser la primera en que los españoles pudieron tomarse las doce uvas viendo en directo, por televisión, cómo sonaban las campanas de la Puerta del Sol. Desde la Nochevieja de aquel 1962 y durante muchos años, fue Matías Prats (padre) el encargado de locutar en directo el ritual desde la madrileña Puerta del Sol, y habría que esperar a 1990 para que el dúo Martes y Trece fueran los primeros en presentar las campanadas ante la cámara.
El gazapo de Marisa Naranjo
Marisa Naranjo
El de la puerta del Sol ha sido un reloj literario, musical, cinematográfico y televisivo. Aparece, por ejemplo, en la novela San Camilo 1936 de Camilo José Cela, en la película «El misterio de la Puerta del Sol» (1923) y el tema «Un año más» de Mecano. En televisión, fue protagonista de unos de los gazapos históricos. En 1989, la presentadora Marisa Naranjo se equivocó y anunció como cuartos lo que en realidad ya eran las campanadas.
Climatizado para conservar su precisión
Maquinaria del reloj de la Puerta del Sol
Para garantizar su precisión, la torre del reloj está perfectamente acondicionada. El objetivo es mantener su maquinaria a una temperatura constante. El sistema permite que el ambiente se mantenga sin grandes oscilaciones térmicas durante los periodos calurosos de verano y los fríos de invierno.
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Compañeros Laborales de Córdoba, con esta nueva CURIOSIDAD y aprovechando el tema de la narración, os deseo a todos unas Felices Fiestas.
Pedro Flores.
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