Comentarios (7)
24-01-2013 a las 15:50 #1
19-01-2013 a las 15:14 #2
Máximo
Martínez Román
Me hubiera gustado estar presente en el último adiós de un hombre al que solo conocí en el "II Cocidito" y con el que tuve el honor de compartir mesa y charlar, yo más que él, por las ansias de conocer datos, que por múltiples razones a mí se me escapaban y él desde la dirección era impulsor. Mi impresión en este corto contacto fue muy positiva, vi en el a una persona atenta, con el oído presto, receptiva incluso a cuestiones que le plantee, probablemente “políticamente incorrectas”, que no rehuyó y que posiblemente sin compartir mi opinión al 100% tuvo la amabilidad de poner en valor lo coincidente. Una persona con magisterio sobrado con la que me hubiera gustado compartir más tiempo, que ahora, por egoísmo lamento, pero que en aquel acto no quise forzar porque físicamente le vi un poco apagado. Que su Dios premie a un hombre bueno.
Lamento también haber perdido la oportunidad de saludar a los compañeros asistentes.
Un abrazo.
Máximo Martínez Román.
19-01-2013 a las 14:38 #3
A LA MUERTE DEL PADRE PIRALLO
Tuve de director, en el colegio Luis de Góngora, al padre Pirallo, y guardo todavía un recuerdo imborrable de su impronta personal, o algunas anécdotas escritas en relatos que aún no han visto la luz, y revelan una apasionante personalidad.
La oportunidad de conversar algunas horas en los últimos años, y sin prisas, con el padre Pirallo, amplió mi visión permitiéndome descubrir en él un insondable pozo de experiencia, ironía, inteligente humor, orgullo intelectual y conciencia abierta a la realidad. Creció entonces mi admiración por su naturalidad y su hombría, por su talla de corte humanista, que hacía de él un ser tolerante y abierto, y que por sus valores universales era capaz de sintonizar con cualquier sensibilidad orientada por el sentido común.
Para Santiago Pirallo Prieto, el “hasta siempre” de un admirador laico y profano, porque permanecerá en nuestra memoria como un hombre de bien.
Mariano Martín
18-01-2013 a las 20:02 #4
Hoy cuando me han comunicado su desenlace, me he quedado en mi interior con pena, mucha pena. En mis años de estancia en la U.L.C., le conocí de vista, pero no tuve contacto con el, por no coincidir donde el prestaba sus funciones. Si contactamos en la Basílica de Atocha, donde los domingos iba por costumbre a Misa. También en Valladolid y en el Cocidito Madrileño.Nos vamos haciendo mayores nosotros y nuestros educadores, aunque no nos damos cuenta.Mañana iré a darle mi ultimo a dios. También le pediré siga protegiendo a nuestros compañeros que nos han dejado y que todos algún día formaremos esa gran familia que desde niños forjamos.Pedro Flores.18-01-2013 a las 18:39 #5
La última oportunidad de hablar con él fue en 2012 el 2º cocidito. Recuerdo que dijo que su deseo era ver a todos los Laborales en unasolaAsociación, espero que haya sabido que lo hemos conseguido. Mi trato con él en la Laboral fue agradable, tengo un grato recuerdo suyo. Como elquerría le dedicaré una oración.18-01-2013 a las 17:35 #6
A Santiago Pirallo, le tuve de director si la memoria no me falla dos años en Luis de Góngora.
No volvi a verle hasta después de 43 años en el segundo Encuentro de Laborales en la Uni "Laboral" de Córdoba . Ya, con una de sus caderas operadas y con su bastón, aún mantenía su planta de hombre grande. Voveríamos a coincidir en el Encuentro de Valladolid de " Felice Memoria ", que diría Cervantes y en el primer Cocidito de Madrid, donde todo fueron facilidades para los actos. Supongo que algo tuvo que ver su persona
En estos momentos, recordar su aportación a nuestra formación, enviar una oración junto a la comunidad de Dominicos de Madrid, y que nuestra fe en la esperanza nos una para encontranos un dia en la otra orilla.
Santiago M. C.
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